1. Etiquetado y envasado: todos los paquetes de cigarrillos y de picadura deben llevar una advertencia sanitaria que combine imagen y texto y que cubra el 75 % de su superficie. En cada paquete se informará a los fumadores de que el humo contiene más de 70 sustancias que provocan cáncer.
2. Ingredientes: se prohíben todos los cigarrillos, la picadura y el tabaco sin combustión que contengan aromas especiales para disimular el sabor del tabaco, al igual que los productos con mayor toxicidad y peligro de adicción de lo normal.
3. Tabaco sin combustión: se mantiene la prohibición del «snus» (una variante del rapé), excepto en Suecia, donde se hace una excepción. Todos los productos deben llevar advertencias sanitarias, y los fabricantes deben informar a las autoridades antes de sacar nuevos productos al mercado.
4. Productos que contienen nicotina: si el nivel de nicotina está por debajo de un determinado umbral, los paquetes deben llevar advertencias sanitarias, al igual que los cigarrillos a base de plantas o hierbas. Por encima de este umbral únicamente están autorizados si se utilizan como medicamentos.
5. Venta por internet: se verificará la edad para garantizar que el tabaco no se venda a niños o adolescentes.
6. Comercio ilícito: para garantizar que en la UE solo se vendan productos que cumplan las normas de la UE, se introducirá un sistema de seguimiento y rastreo, además de medidas de seguridad tales como los hologramas.